La serenata de la naturaleza: el arte de Ohara Koson
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Ohara Koson, también conocido como Ohara Matao, nació el 11 de febrero de 1877 en Kanazawa, prefectura de Ishikawa, Japón. Inicialmente se dedicó a la pintura tradicional, estudiando con Suzuki Kason, un pintor destacado de la época. Sin embargo, con el tiempo se pasó al grabado en madera, que fue una forma de arte popular y floreciente en Japón a finales del siglo XIX y principios del XX.
Las primeras obras de Koson estuvieron influenciadas por el estilo ukiyo-e, que solía representar escenas de la vida cotidiana, paisajes y actores. Sin embargo, pronto desarrolló su propio estilo distintivo, centrándose principalmente en temas de la naturaleza, como pájaros, flores y paisajes.
En 1904, Koson comenzó a colaborar con el editor Matsuki Heikichi, que más tarde sería conocido como Daikokuya. Esta asociación marcó el comienzo de la prolífica carrera de Koson como artista de grabados en madera. Produjo numerosos grabados para varios editores a lo largo de su vida, incluidos Daikokuya, Hasegawa Tsunejiro y Watanabe Shozaburo, entre otros.
Los grabados de Koson se caracterizan por su exquisita artesanía, su meticulosa atención a los detalles y su sutil uso del color. Fue especialmente conocido por su capacidad para capturar la belleza y la esencia de las aves, a menudo representándolas en diversas poses y entornos, como posadas en ramas, en vuelo o entre flores en flor. Sus grabados exudan una sensación de tranquilidad y armonía con la naturaleza, lo que refleja su profundo aprecio por el mundo natural.
A principios del siglo XX, los grabados de Koson ganaron gran popularidad tanto en Japón como a nivel internacional, especialmente en el mundo del arte occidental. Sus obras se exhibieron en exposiciones y publicaciones de arte, lo que contribuyó al reconocimiento mundial de los grabados en madera japoneses.
En la década de 1920, Koson se asoció con el movimiento shin-hanga ("nuevos grabados"), que tenía como objetivo revitalizar las técnicas tradicionales de grabado en madera, incorporando elementos de estilos y temas artísticos occidentales. Sus grabados de este período a menudo mostraban una combinación armoniosa de estética japonesa tradicional con influencias modernas.
Koson continuó produciendo grabados hasta su muerte en 1945. A pesar de enfrentar desafíos como el Gran Terremoto de Kanto de 1923 y la Segunda Guerra Mundial, siguió dedicado a su oficio, dejando un rico legado de obras de arte atemporales.
Hoy en día, Ohara Koson es considerado uno de los principales maestros de la xilografía japonesa. Sus grabados son muy buscados por coleccionistas y entusiastas del arte de todo el mundo, admirados por su belleza, su artesanía y su atractivo perdurable.